La seducción de la maldad sobre nuestros hijos
- Proverbios 1:8-19
- Alejandro Peluffo
Alguien ha dicho que la crianza de los hijos es la mayor responsabilidad de la vida que tenemos los seres humanos. Pero se ha confiado en manos de amateurs, inexpertos, de principiantes. Porque cuando recién sentimos que tenemos experiencia como padres, ya somos abuelos. Por lo general hicimos lo que mejor pudimos, tal vez mucho de lo que hicieron con nosotros (porque es lo único que sabíamos), a veces lo contrario por la experiencia traumática, difícil que tuvimos. Pero qué precioso que Dios en la Biblia nos deje instrucciones para saber cómo ser padres.
Exposición de Proverbios 1:8-19
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.
11 Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;
12 Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;
13 Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;
14 Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa.
15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,
16 Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.
17 Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;
18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.
19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.
Reina Valera Revisada 1960 (RVR60)