Series: La Carta de 1 Juan

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan 2:15-17

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.

1 Juan 2:12-14

Por sus frutos, podemos identificar si alguien es un creyente o no lo es. Cuando alguien viene a Cristo, cuando alguien acepta a Cristo como su Salvador y su Señor, algo pasa, algo cambia. No es la misma persona. Es algo evidente. No hay manera de que no pueda salir a luz. Dentro de estos frutos que Juan menciona en su carta, hay una evidencia que es que la principal, y es la que veremos en estos versículos.

1 Juan 2:7-11

El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él

1 Juan 2:3-6

Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 1:5-2:2