Lo que creemos.

Todos los pastores y ancianos de la IBML gozosamente afirmamos la siguiente declaración doctrinal. Si usted tiene preguntas sobre nuestras creencias por favor contáctenos y gustosamente le ayudaremos: Contacto.

Contenido

Sobre la Biblia

1.A – Creemos que cada una de las palabras originales del texto bíblico, desde la primera hasta la última, TODAS las palabras, son el registro exacto de la mente y voluntad de Dios como él quiso que fuese (Salmos 119:1602 Timoteo 3:16Juan 10:34–35Mateo 5:18).

1.B – Creemos que el Espíritu Santo dirigió la selección de las palabras usadas asegurando la inexistencia de errores, pero respetando la personalidad de cada autor y su estilo. No seleccionó las palabras para los escritores, sino más bien que lo hizo a través de ellos (2 Pedro 1:20–211 Pedro 1:10–12Juan 14:2616:13–14).

1.C – Creemos que la Biblia es el ÚNICO medio por el cual Dios puede ser conocido. Ningún escrito humano puede llevarnos al conocimiento de Dios, porque la capacidad del hombre ha sido deformada por el pecado (1 Corintios 2:12–142 Corintios 4:4) y porque el carácter de Dios es inalcanzable (1 Timoteo 6:15–16) Si Dios va a ser conocido debe ser por su propia iniciativa.

1.D – Creemos que las Escrituras han sido providencialmente preservadas por Dios a través de los siglos (Isaias 30:81 Pedro 1:23–25) Los manuscritos existentes actualmente dan pruebas de eso. No creemos que Dios haya preservado solo una familia de manuscritos como el Textus Receptus. Creemos que la manera de acercarnos lo más posible a los autógrafos originales es por medio del trabajo de la crítica textual que compone el así llamado “texto ecléctico” (coleccionado, clasificando y comparando los distintos manuscritos que se han conservado). Por ese motivo hemos decidido usar la traducción castellana Reina Valera Revisada de 1960 (RVR60), aunque no creemos que LBLA y la NVI sean traducciones erradas o “satánicas”.

1.E – Por todo lo dicho, Creemos que las Escrituras son la única regla o autoridad final en cuanto a fe y práctica (Mateo 5:1824:35Juan 10:35 (b); Juan 17:171 Corintios 2:132 Timoteo 3:15–17Hebreos 4:122 Pedro 1:20–21).

1.F – Creemos que cada creyente tiene libertad, con respecto a otras personas, de acceder a lo que dice Dios en su Palabra, por medio de la iluminación del Espíritu Santo (1 Juan 2:2027); pero no para decidir qué quiere decir cuando lo dice. La interpretación de las Escrituras no está librada a los gustos y prejuicios del lector, sino a la interpretación del Autor (2 Pedro 1:20–21).

1.G – Creemos que el método correcto de interpretación es el que da a cada palabra el sentido más natural, ordinario y acostumbrado en el idioma y bajo las circunstancias en que fueron dichas o escritas. Este es el método utilizado por el Señor y sus apóstoles, y el único que hace armonía a todas las Escrituras.

1.H Creemos que, si bien puede haber varias aplicaciones de cualquier pasaje de la Escritura, solo hay una verdadera interpretación. El significado de la Escritura se encuentra cuando uno aplica diligentemente el método de interpretación gramático-histórico-literal bajo la iluminación del Espíritu Santo (Juan 16:12–1517:171 Corintios 2:7–151 Juan 2:20). Es responsabilidad de los creyentes determinar cuidadosamente la verdadera intención y significado de la Escritura, reconociendo que la aplicación adecuada es vinculante para todas las generaciones. Sin embargo, la verdad de la Escritura está en autoridad y juicio sobre los hombres; nunca los hombres en autoridad y juicio sobre la Escritura.

Sobre Dios

2.A – Creemos que Dios es el creador de todo lo que hay en el Universo (Genesis 1), que creó todo lo que existe en seis días literales (Genesis 1:31Exodo 31:17), y que Él lo sustenta y gobierna soberanamente (como quiere) (Salmos 115:3).

2.B – Creemos que hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4), vivo y personal (1 Tesalonicenses 1:9), perfecto en todos sus atributos (Mateo 5:48).

2.C – Creemos que el único Dios existe en tres subsistencias (Mateo 28:192 Corintios 13:14) de una misma sustancia (Juan 10:30Romanos 9:5Hechos 5:3–4), poder (Mateo 28:18Job 33:4) y eternidad (Juan 1:1Hebreos 9:14); pero mutuamente distintas en cuanto a personalidad y oficios.

2.D – Los términos Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo indican que, aunque las personas de la Trinidad son iguales, se encuentran cada una en un orden de oficio y operación en el plan de la redención. Orden que no implica superioridad. El Padre no creó al Hijo; siempre existieron ambos. El Hijo depende del Padre tanto como el Padre del Hijo; y de igual manera con el Espíritu Santo.

- Dios Padre

2.1.A – Creemos que Dios el Padre, la primera persona de la Trinidad, es espíritu (Juan 4:24) e invisible (1 Timoteo 6:16), y sin embargo está vivo (1 Tesalonicenses 1:9) y tiene personalidad (piensa, siente y tiene voluntad) (Juan 6:38).

Es el único ser sin causa, siempre existió, y depende solo de sí mismo para su existencia (Exodo 3:14Isaias 44:6).

Dios está libre de toda limitación de espacio (1 Reyes 8:27) y de tiempo (Salmos 90); y no necesita nada. Sus atributos morales son: santidad (Levitico 17:1-11 a Levitico 26:1-42), Justicia (Genesis 18:25), bondad (Marcos 10:18) y verdad (1 Juan 5:20).

Además, Dios sabe todo: pasado, presente y futuro (Salmos 147:5Hebreos 4:13); lo puede todo (Lucas 1:37) (no puede pecar o mentir, porque no está en su voluntad hacerlo); y está presente personalmente en todas partes al mismo tiempo (Salmos 139). Creo que en su esencia y atributos Dios es inmutable, esto es, no cambia (Santiago 1:17).

2.1.B – Creemos que Dios es Padre de Jesucristo (Efesios 1:3), de la Nación de Israel (Éxodo 4:22), y de todos aquellos que creen en Cristo (Juan 1:12). No de todas sus criaturas (Juan 8:4244)

2.1.C – Creemos que Dios Padre creó el mundo (Genesis 1), envió a Cristo (Juan 3:16), eligió a los que serían salvos (Efesios 1:3–6), disciplina a sus hijos (Hebreos 12:9), resucitará a los muertos (1 Corintios 15:15), juzgará al mundo (1 Pedro 1:17); entre sus obras más sobresalientes.

- Dios el Hijo

2.2.A – Creemos que Cristo es Dios eterno y encarnado. No es un ángel, ni el más alto de los seres creados, ni el primero de ellos. Siempre existió. (Colosenses 1:16–17). Como tal posee todos los atributos divinos. Él participó de la creación (Colosenses 1:15).

2.2.B – Creemos que Cristo en su encarnación retuvo su deidad sin disminución (Colosenses 2:9) pues fue engendrado por el Espíritu Santo en nacimiento virginal (Isaias 7:14Mateo 1:25). No se despojó de Su deidad sino más bien de su gloria (Filipenses 2:7).

2.2.C – Creemos que Cristo, al nacer de mujer, tomó para sí naturaleza humana completa: cuerpo y espíritu (Lucas 2Romanos 5:15). Él es el Mesías del Antiguo Testamento, cumplidor del pacto hecho a Abraham y a David. Es el Dios-hombre en forma indivisible (Juan 1).

2.2.D – Creemos que nació y vivió sin cometer pecado (2 Corintios 5:21). Creemos que su muerte en la cruz satisfizo todas las demandas de la justicia de Dios y consiguió redención perfecta del pecado; proveyendo la única base posible para la salvación (Romanos 3:21–251 Pedro 2:24), a saber: que Dios declara justo a quién no lo es, porque juzgó como impío a quién sí lo era (2 Corintios 5:21). De manera que Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5).

2.2.E – Creemos que Jesucristo resucitó corporalmente de los muertos, venciendo la muerte y ascendiendo luego al cielo (Mateo 28Hechos 1), donde intercede por los creyentes (Hebreos 7:25), es nuestro abogado (1 Juan 2:1), ejerce autoridad universal (Mateo 28:18), y es cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22).

- Dios el Espíritu Santo

2.3.A – Creemos que el Espíritu Santo es Dios. Por lo tanto, no ha sido creado y posee los mismos atributos (1 Corintios 2:11-12Job 33:4Salmos 139:7–10), y realiza las mismas obras (Lucas 1:35Juan 3:6) que el Padre y que el Hijo.

2.3.B – Creemos que es una persona que posee intelecto (1 Corintios 2:10–11), emociones (Efesios 4:30) y voluntad (1 Corintios 12:11).

2.3.C – Creemos que el Espíritu Santo participó en la creación (Job 33:4Genesis 1:2), en la encarnación de Cristo (Lucas 1:35), en la inspiración de las Escrituras (2 Pedro 1:21), y en la obra de salvación (Juan 3:6).

2.3.D – Creemos que la obra del Espíritu Santo es diferente en el Antiguo Testamento donde moraba solo en algunas personas, en forma momentánea, capacitándoles para trabajos especiales (Salmos 51:11); que en el Nuevo Testamento donde esa morada es permanente (Juan 14:16), en cada creyente (1 Corintios 12:13), y desde el momento de la salvación (Efesios 1:13).

2.3.E – Creemos que su actividad divina incluye: convicción de pecado (Juan 16:7–9); frenar la manifestación total del pecado (2 Tesalonicenses 2:7); glorificar al Señor Jesucristo (Juan 15:26); enseñar al creyente (Juan 14:26), y transformarlo a la imagen de Cristo en el proceso de la santificación (2 Corintios 3:18).

2.3.F – Creemos que el Espíritu Santo bautiza (coloca en el cuerpo de Cristo) a todos los creyentes en el momento de la salvación, una vez y para siempre (1 Corintios 12:13), independientemente de ellos tener o no conciencia de ello.
El hecho de que todos los creyentes son bautizados en el cuerpo no garantiza que se experimentará o se desplegará poder en la vida. Este poder se logra por la llenura del Espíritu, que es someterse a su control (Efesios 5:18–20) por medio de la obediencia a Su Palabra en forma periódica (Colosenses 3:16–17).

2.3.G – Creemos que el Espíritu Santo es quién reparte los dones espirituales en la Iglesia para su edificación (1 Corintios 12:4–11), como Él quiere (1 Corintios 12:11).

2.3.H – Creemos que un don espiritual es una capacidad sobrenatural dada por Dios para la edificación del cuerpo de Cristo. Cada creyente, hombre o mujer, posee por lo menos un don (1 Corintios 12:11). Creemos que los dones de apóstol, profecía, milagros, sanidades, lenguas, interpretaciones de lenguas, discernimientos de espíritus, y palabra de sabiduría y ciencia no son vigentes hoy. Son dones temporarios que tuvieron su propósito en la etapa inicial de la Iglesia, el fundamento (Efesios 2:20). Fueron para confirmar el mensaje y su autoridad, y nunca se pensó que fueran característicos de la vida de los creyentes. Al concluirse el canon de las Escrituras, cesaron (1 Corintios 13:10Hebreos 2:1–4).

Sobre el Ser Humano y el Pecado

3.A – Creemos que el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza. Esto es, con personalidad: emociones, inteligencia y determinación propia (Genesis 1:26–272:7). Creemos que la imagen de Dios en el hombre le otorga a éste dignidad, sea o no creyente (Genesis 9:6Santiago 3:9).

3.B – Creemos que, como con el resto de su creación, el propósito de Dios al crear al hombre fue manifestar algún aspecto de su persona. Siendo exclusivamente humano el privilegio de manifestar la santidad y el amor que Dios es (Romanos 11:36Colosenses 1:16).

3.C – Creemos que la intención de Dios en la creación del hombre era que el hombre glorificara a Dios, disfrutara de la comunión de Dios, viviera su vida en la voluntad de Dios, y con esto cumpliera el propósito de Dios para el hombre en el mundo (Isaias 43:7Colosenses 1:16Apocalipsis 4:11).

3.D – Creemos que el ser del hombre está constituido por dos partes: una material (cuerpo), y la otra inmaterial (alma/espíritu) (2 Corintios 7:1). Creemos que el alma se propaga por generación (Hebreos 7:9–10). Que la caída de Adán trajo como consecuencia la muerte espiritual para toda su descendencia. Toda la raza humana pecó en Adán, se enemistó con Dios y quedó bajo Su castigo justo en el infierno (Genesis 3:1–19Romanos 3:235:12–19)

3.E – Creemos que cada hombre, a partir de Adán, nace con todas sus capacidades arruinadas por el pecado (Efesios 4:17–19). Lo que lo hace incapaz de conocer, amar o buscar a Dios (Romanos 3:10–19). Creemos que el hombre nace pecador, no se hace (Salmos 51:558:3).

3.F – Creemos que el alma de cada hombre es indestructible. Luego de la muerte, cada persona resucitará físicamente (Daniel 12:2Apocalipsis 20:11–15): los salvados para vida eterna y los no salvados para condenación eterna y consciente en el infierno (Romanos 8:232 Corintios 4:14Apocalipsis 20:11–15Daniel 12:2).

Sobre la Salvación

4.A – Creemos que cada rasgo de la salvación del hombre, desde su comienzo hasta su final consumación en los cielos, es una obra de Dios en favor del hombre y no una obra del hombre en servicio de Dios (Salmos 3:8Jonas 2:9Efesios 2:1–10).

4.B – Creemos que la muerte de Cristo en la cruz como ofrenda por el pecado, es el único medio por el que los pecadores pueden ser salvos (Hechos 4:12Juan 14:6). Creemos que esa muerte fue en favor de todos quienes habrían de creer en él (los elegidos) (Isaias 53:1-122 Corintios 5:14–15), en el sentido de expiar los pecados de ellos. Creemos que Cristo murió por todo el mundo (Juan 3:162 Corintios 5:191 Juan 2:2) en el sentido de hacer propiciación por los pecados de todos, de manera que pudiera extenderse a todos la llamada “gracia común”, la cual permite que enemigos de Dios sigan viviendo y disfrutando de Su mundo, aunque estén eternamente perdidos.

4.C – Creemos que los hombres se salvan bajo la única condición de la fe personal, y se condenan por falta de dicha fe. Creemos que la fe salvadora es inseparable del arrepentimiento de pecados (Hechos 2:37–3811:1816:30–31).

4.D – Creemos que todo aquel que, arrepentido de su pecado, confía en Cristo como su Salvador, al instante, es regenerado o nacido de nuevo. El Espíritu Santo da al creyente la simiente divina (1 Juan 3:92 Corintios 5:17). La justificación es por gracia solamente, a través de fe solamente, por Cristo solamente.

4.E – Creemos que en ese instante Dios le declara Justo (Romanos 5:1), imputando sus pecados a Cristo, y la justicia de Cristo a él. El sacrificio de Cristo satisfizo las demandas de la justicia de Dios (Romanos 3:262 Corintios 5:21Colosenses 2:141 Pedro 2:24).

4.F – Creemos que Dios ha elegido a algunos para que sean salvos, es decir, que determinó quienes habrían de creer (Efesios 1:4,51 Pedro 1:2). Esta elección es inmutable (Romanos 8:30) y determinada antes de la creación del hombre (2 Timoteo 1:92 Tesalonicenses 2:13–14).

4.G – Creemos que la única base en que se apoya la salvación es la gracia, pues: a) La salvación es por gracia, no por obras previstas o realizadas (Romanos 11:5–6). b) Ningún ser humano caído puede producir cualidades dignas de aceptación (incluida la fe), a no ser que sean implantadas por acción de Dios (Romanos 9:10–13Juan 6:44Efesios 2:8).

4.H – Creemos que Dios indica quienes son los elegidos con un llamamiento eficaz, en el momento de la regeneración, no en la cruz.

4.I – Creemos que, dado que según la Biblia no hay quién busque a Dios (Romanos 3:10), y todos los hombres están bajo Satanás (2 Corintios 4:4Efesios 2:31 Juan 5:19), la única posibilidad de que un hombre acuda a Jesús y se convierta, es que el Espíritu Santo le llame, que le ilumine y le dé convicción para confiar (Romanos 8:30Juan 6:44Efesios 2:8–9Juan 16:7–11).

4.J – Creemos que los que son salvos no pueden volverse a perder (Romanos 8:30Efesios 4:30Juan 10:27–30).

4.K – Creemos que en el mismo momento que una persona cree en Cristo es santificada (puesta aparte para Dios) (1 Corintios 1:26:11). Luego, a través de su experiencia el creyente cambia a la imagen de Cristo en forma progresiva, por medio de Espíritu Santo y la Palabra. (2 Corintios 3:18Efesios 4:11–15). Este proceso de santificación no es perfecto en esta tierra, ya que depende también de los esfuerzos que hace el creyente para obedecer en dependencia de Dios (Filipenses 2:12–132 Corintios 7:12 Pedro 1:5–11), y aún hay pecado remanente en cada uno de los salvos (Romanos 7:14–258:1323). Por último, el creyente será transformado en la semejanza de Cristo por su aparición en gloria (Filipenses 1:63:201 Tesalonicenses 5:23).

4.L – Creemos que cada persona salva está involucrada en un conflicto diario, la nueva creación en Cristo luchando contra la carne, pero se hace una provisión adecuada para la victoria a través del poder del Espíritu Santo que mora en nosotros. Sin embargo, la lucha permanece con el creyente durante toda esta vida terrenal y nunca termina por completo. Cualquier reclamo sobre la erradicación del pecado en esta vida no es bíblico. La erradicación del pecado no es posible, pero el Espíritu Santo provee la victoria sobre el pecado (Galatas 5:16–25Efesios 4:22–24Filipenses 3:12Colosenses 3:9–101 Pedro 1:14–161 Juan 3:5–9).

4.M – Creemos que el creyente será presentado sin mancha delante de la presencia de la gloria de Dios (Judas 24: 2 Corintios 11:2; Efesios 5:25–27). Con un cuerpo renovado cada uno participará de la gloria de Cristo (Filipenses 3:21Colosenses 3:4Romanos 8:18).

Sobre la Iglesia

5.A – Creemos que cada cristiano forma parte del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, por medio del bautismo del Espíritu Santo. Cristo es la cabeza de ese cuerpo, y por lo tanto su única autoridad. (1 Corintios 12:12–13Efesios 1:22–234:15).

5.B – Creemos que la Iglesia es un plan distinto de Israel. Es un misterio que Dios tenía escondido para esta época. (Efesios 3:5–6Romanos 16:25Colosenses 1:26–27).

5.C – Creemos que la Iglesia comenzó en Pentecostés; que Cristo la fundó y los Apóstoles pusieron su cimiento; que aun hoy sigue edificándose, y lo hará hasta ser raptada por el Señor (Efesios 2:20–211 Pedro 2:6–7).

5.D – Creemos que el propósito de la Iglesia es glorificar al Señor (Efesios 1:5–611–14) provocando a celo a Israel (Romanos 11:11–15); proclamando el evangelio al mundo (Mateo 28:19–20); demostrando unidad (Juan 17) y amor (Juan 13:35); edificando a los miembros (Efesios 4:16); y apartándose para Dios (Efesios 5:25–27).

5.E – Creemos que la manifestación de la Iglesia universal es la Iglesia local (1 Corintios 1:2). Por los siguientes pasajes creemos que congregarse en una Iglesia local es un mandato bíblico: 1 Timoteo 3:14–15Efesios 4:11–16Colosenses 1:18Efesios 1:22–235.6 Creemos que la autoridad de la Iglesia reside en cada iglesia local como una entidad autónoma, con ninguna persona u organización sobre ella sino solamente Cristo, Su Cabeza. No hay organización eclesiástica más alta que la Iglesia (Hechos 20:28).

5.F – Creemos que la Biblia menciona solo dos oficios para guiar cada Iglesia local: los pastores, llamados también ancianos u obispos (Hechos 20:1728Tito 1:57) y los diáconos (o diaconizas) (1 Timoteo 3:1–13). Los primeros, responsables de supervisar, y los últimos de servir. Para lo cual ambos deben cumplir con requisitos: 1 Timoteo 3:1-16 y Tito 1:1-16. Hacemos una distinción práctica entre pastores y ancianos, a los efectos de diferenciar a quienes han recibido educación formal, y fueron ordenados luego de una examinación doctrinal, y generalmente reciben sostén de la iglesia para poder dedicarse a enseñar y predicar (1 Timoteo 5:17). Sin embargo, tienen la misma voz y voto junto a los demás ancianos.

5.G – Creemos que el oficio de anciano en la iglesia está limitado a los hombres según las Escrituras (1 Timoteo 3:1–75:17–20Tito 1:5–9).

5.H – Creemos en una forma de gobierno mixta, congregacional y de ancianos. La congregación decide asuntos de finanzas y elección de líderes, mientras que los ancianos deciden todo lo demás.

5.I – Creemos que solo es conveniente la comunión entre las Iglesias locales que mantengan los mismos principios y prácticas tomadas de la Biblia (1 Timoteo 6:3–5Romanos 16:17). El cristiano debe separarse de los apostatas (Judas, 2 Juan 9:112 Pedro 2), los profesantes que practican el pecado (2 Corintios 6:14–16), y los hermanos desordenados (1 Corintios 5:10). No aceptamos la idea de participar en un movimiento ecuménico, con poder político, por esas mismas razones. Tampoco aceptamos el concepto de “separación secundaria”, es decir, no tener relaciones con aquellos creyentes convertidos que no mantienen una separación primaria (no se han separado de movimientos apóstatas).

5.J – Creemos que la Iglesia tiene la responsabilidad de disciplinar a los hermanos que: a) causen divisiones (Romanos 16:17–18; b) enseñen el error (1 Timoteo 1:202 Timoteo 2:17–18); c) pequen abiertamente (1 Corintios 5:1–131 Timoteo 5:20); d) anden desordenadamente (2 Tesalonicenses 3:6–15).

- Bautismo

5.1.A – Que debe ser por inmersión y posterior a la salvación. Simboliza una relación o unión con Cristo, en su muerte y resurrección (Romanos 6). Al ser una identificación pública con Cristo, lo es también con la Iglesia, Su cuerpo (Hechos 8; Mateo 28; Hechos 2:41).

- La Santa Cena

5.1.B – Que es una memoria o recuerdo de la muerte de Cristo (1 Corintios 11:23–25), una manifestación de comunión presente con Cristo (1 Corintios 10:21) y con el cuerpo (1 Corintios 10:16–17); y una anticipación de su venida (1 Corintios 11:26).

Sobre los Ángeles

6.A – Creemos que los ángeles son seres creados por Dios y, por lo tanto, no deben ser adorados. Los ángeles no se reproducen ni mueren, y por lo tanto su número es siempre el mismo (Colosenses 1:16–17Mateo 22:28–30Lucas 20:35–36).

6.B – Creemos que su morada está en los cielos (Marcos 13:32Judas 6) pero están alrededor de nosotros en todo lugar (2 Reyes 6:17), en forma invisible pues son espíritus (Hebreos 1:714).

6.C – Son seres inteligentes (Salmos 148:2) y con personalidad (Isaias 14:13–14); incontables en número (Salmos 68:17Mateo 26:53) y sumamente poderosos (Salmos 103:20). Tienen niveles de autoridad (Colosenses 1:16–17) bajo las órdenes de Dios (Salmos 103:21).

6.D – Su actividad principal es la del servicio de adoración a Dios (Apocalipsis 4:8Isaias 6:3Salmos 148:1–2); pero también sirven a Cristo como mensajeros (Mateo 13:41–42Mateo 24:31). Aunque son un orden de creación más alto que el hombre, fueron creados para ejecutar la voluntad de Dios en el servicio a los hombres (Hebreos 1:14).

6.E – Creemos que el ángel de mayor autoridad creado por Dios, llamado Lucero, se rebeló contra la autoridad de Dios, originando el pecado en su corazón y arrastrando tras sí la tercera parte de los ángeles, que hoy les sirven como demonios (Ezequiel 28:12–19Isaias 14:12–14Apocalipsis 12:4).

6.F – Creemos que Satanás es la encarnación del mal (todo lo que se opone a Dios), el padre de la mentira (Juan 8:44), el engañador de este mundo (Apocalipsis 12:19). Y al ser obedecido por Adán y Eva se constituyó en el príncipe de este mundo (Juan 16:11), el dios de este siglo (2 Corintios 4:4). Sus propósitos son oponerse a los propósitos de Dios, impidiendo que los hombres le obedezcan (Efesios 2:1–22 Corintios 4:4).

6.G – Creemos que Cristo venció en la cruz a Satanás (Hebreos 2:14) y aseguró su juicio en el infierno, que ahora espera (Ezequiel 28:19Apocalipsis 20:10). Por esta razón los creyentes pueden tener victoria sobre él (1 Juan 2:135:18–19).

Sobre el Futuro

7.A – Creemos que el próximo evento en el plan de Dios es el arrebatamiento de la Iglesia, los muertos y vivos en Cristo (1 Tesalonicenses 4:13–18). Este acontecimiento marca el fin de la Iglesia y principio de la tribulación, período de siete años, luego de los cuales se establecerá el reino de mil años de Cristo (1 Tesalonicenses 5:1–9Romanos 5:9).

7.B – Luego de raptada, la Iglesia comparecerá ante el Tribunal de Cristo (2 Corintios 5:10Romanos 14:10). Donde se harán manifiestas las obras e intenciones de cada uno para recibir o no recompensas. Entonces la Iglesia será presentada a Cristo como su esposa en las Bodas del Cordero (Apocalipsis 19:78Efesios 5:25–27).

7.C – La tribulación será un tiempo de disciplina sobre Israel para traerlos al arrepentimiento (Jeremias 30:7Deuteronomio 9:2712:122 Tesalonicenses 2:7–12Apocalipsis 16:1-21); y de ira sobre el mundo (2 Tesalonicenses 1:6–9). Durante este tiempo estará operando sobre la tierra la trinidad satánica: el dragón, la bestia y el falso profeta (Apocalipsis 16:13–162 Tesalonicenses 2:4Apocalipsis 13:1-18).

7.D – Creemos que la tribulación culminará con la segunda venida de Cristo en la batalla de Armagedón (Apocalipsis 16:13–1619:17–19). Inmediatamente el Señor lanzará al lago de fuego a la bestia y al falso profeta (Apocalipsis 19:20). Juzgará a los israelitas sobrevivientes, según su fidelidad (Mateo 24:1-51 y 25:1-46); y a las naciones gentiles, según el trato dado a los judíos fieles (Mateo 25:31–46). En este momento, antes del reino, resucitan los santos del Antiguo Testamento y los muertos en la tribulación (Apocalipsis 20:4Isaias 26:19–21Deuteronomio 12:2).

7.E – Creemos que después del período de tribulación, Cristo vendrá a la tierra para ocupar el trono de David (Mateo 25:31Lucas 1:31–33Hechos 1:10–112:29–30) y establecer Su reino mesiánico por 1,000 años en la tierra (Apocalipsis 20:1–7). Durante este tiempo los santos resucitados reinarán con Él sobre Israel y todas las naciones de la tierra (Ezequiel 37:21–28Deuteronomio 7:17–22Apocalipsis 19:11–16). Este reinado estará precedido por el derrocamiento del Anticristo y el Falso Profeta, y por la eliminación de Satanás del mundo (Deuteronomio 7:17–27Apocalipsis 20:1-7).

7.F – Creemos que el reino mismo será el cumplimiento de la promesa de Dios a Israel (Isaias 65:17–25Ezequiel 37:21–28Zacarias 8:1–17) para restaurarlos a la tierra que perdieron por su desobediencia (Deuteronomio 28:15–68). Por su desobediencia Israel fue apartado temporalmente (Mateo 21:43Romanos 11:1–26), pero nuevamente será despertado al arrepentimiento para entrar en la tierra de bendición (Jeremias 31:31–34Ezequiel 36:22–32Romanos 11:25–29).

7.G – Creemos que este tiempo del reinado de nuestro Señor se caracterizará por la armonía, la justicia, la paz, la rectitud y la larga vida (Isaias 11:1-16Isaias 65:17–25Ezequiel 36:33–38), y terminará con la liberación de Satanás (Apocalipsis 20:7), y su engaño para reunir a quienes eran rebeldes en su corazón durante el reinado de Cristo (Apocalipsis 20:9–10).

7.H – Creemos que Dios purificará la creación (2 Pedro 3:7–10), echará al diablo y sus ángeles al infierno (Mateo 25:41Apocalipsis 20:10) y juzgará a todos los muertos sin Cristo (Juan 5:22Apocalipsis 20:11–15). Creemos que esta resurrección de los muertos no salvos para juicio será una resurrección física, con lo cual al recibir su juicio (Romanos 14:10–13), serán condenados a un castigo consciente eterno en un lugar literal llamado el lago de fuego (Mateo 25:41Apocalipsis 20:11–15).

7.I – Creemos que entonces Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva (2 Pedro 3:10–13Apocalipsis 21:1) en la que solo mora la justicia (Efesios 5:5Apocalipsis 20:1521:1–2722:1–21). Dios morará con los salvos por la eternidad (Apocalipsis 21:3), y los santos disfrutarán para siempre de la comunión con Dios y con los demás (Juan 17:3Apocalipsis 21:1-22:21). Nuestro Señor Jesucristo, después de haber cumplido su misión redentora, entregará el reino a Dios Padre (1 Corintios 15:24–28), para que en todas las esferas el Dios trino reine por los siglos de los siglos (1 Corintios 15:28).

Temas Adicionales

La cultura post-cristiana en la que vivimos nos obliga a expresar nuestra posición bíblica en algunos asuntos adicionales.

- La Santidad de la Vida

8.1.A – Creemos que la Biblia enseña claramente que la vida humana tiene un carácter sagrado debido a que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Genesis 1:271 Corintios 11:7). El valor de la vida es, por lo tanto, intrínseco y dado por Dios, y esto sigue vigente aún después de la caída del hombre en pecado, tanto para creyentes como para incrédulos (Genesis 9:6Santiago 3:9).

8.1.B – Creemos que las Escrituras especifican que el asesinato en cualquier forma es incorrecto (no importa el eufemismo que se utilice). Somos creados por Dios para Sus propósitos y somos mayordomos y no dueños de las vidas que nos ha dado. La vida es completamente un regalo de Dios y su fin está determinado por su soberanía (Deuteronomio 32:39).

8.1.C – Creemos que Dios les ha dado a los reyes y gobernantes el poder de hacer cumplir la ley de la tierra y usar la pena capital, si es necesario, como una consecuencia prescrita para el asesinato como se define en las Escrituras. Los gobiernos están dotados para “llevar la espada” contra ciertos crímenes justamente definidos (Genesis 9:6Ro 13:1–5Numeros 35:16–2130).

8.1.D – Creemos que la vida comienza en la concepción en el útero de la madre. Esa vida es preciosa, milagrosa, diseñada y predestinada por Dios mucho antes de la concepción (Salmos 139:13–16). Creemos que el aborto deliberado de un inocente niño concebido es asesinato, y que solo Dios tiene el derecho de determinar los días de un niño (2 Samuel 12:1522–23).

8.1.E – Creemos que Dios determina la duración de la vida de cada persona (Salmos 139:16).

8.1.F – Creemos que la calidad de vida no es la base para determinar si una persona debe vivir o morir, sino la santidad de ella (Genesis 9:5 b). El cristiano ve la mano y el propósito soberano de Dios en aquellos que sufren y enfrentan la muerte inminente (Salmos 23:4). Podemos esperar una relación más profunda con Dios a medida que Él nos fortalece en nuestro momento de necesidad. Para aquellos que esperan en el Señor, Él renovará su fuerza (Isaias 40:31). La enfermedad y el sufrimiento no tienen que ver necesariamente con la recuperación, sino con el crecimiento de nuestra relación con Dios (Santiago 1:2–4 y la oportunidad de ser un testimonio de Su gloria (Job 1:6–12).

8.1.G – Creemos que cualquier intento hecho por el hombre de crear, clonar o destruir la vida es un ataque inútil contra la soberanía de Dios. Solo lo que Dios ha querido y determinado será parte de su plan soberano de los siglos (Salmos 2:1-12).

- La Santidad del Matrimonio

8.2.A – Creemos que el matrimonio es un pacto ante Dios entre un hombre y una mujer como se describe en las Escrituras, de acuerdo con el plan de Dios (Genesis 2:23–241 Corintios 7:1–5Marcos 10:6–9). El matrimonio bíblico es la provisión de Dios para la humanidad para preservar y proteger a la sociedad y proporcionar un ambiente seguro para la crianza de los hijos. Cualquier relación sexual o íntima fuera del matrimonio es pecado ante Dios y exige arrepentimiento. Esas relaciones ilícitas incluyen fornicación (sexo con una pareja mientras no está casado), adulterio (relaciones sexuales con alguien que no sea su cónyuge), poligamia, homosexualidad, lesbianismo, pedofilia, incesto y bestialidad (Romanos 1:24–271 Corintios 6:918Efesios 5:3Colosenses 3:51 Tesalonicenses 4:3–71 Corintios 5:1Levitico 18:6–18).

8.2.B – Creemos que un matrimonio saludable honrará a Dios y evitará la influencia mundana, incluida la pornografía y las prácticas mundanas que destruyen la belleza de la relación como Dios pretendió (Hebreos 13:4).

8.2.C – Creemos que la Biblia permite el divorcio, solo en los casos de adulterio o abandono por parte de un cónyuge incrédulo. No hay bases bíblicas para el divorcio debido a “diferencias irreconciliables” (Mateo 19:3–95:31–32Romanos 7:1–31 Corintios 7:15).

8.2.D – Creemos que se deben hacer todos los esfuerzos posibles para lograr una reconciliación y restauración, aún después de adulterio, debido a la dureza del corazón de cada parte (Marcos 10:2–51 Corintios 7:10–13). Sin embargo, reconocemos que cuando ya no es posible tal restauración, el nuevo casamiento es posible, puesto que no existe tal cosa como la unión ontológica (“seguir casados a los ojos de Dios”) (1 Corintios 6:16).

- Una Visión Bíblica del Género

8.3.A – Creemos que tanto Adán como Eva fueron creados a imagen de Dios, iguales ante Dios como personas y distintos en su masculinidad y feminidad (Genesis 1:26–272:18).

8.3.B – Creemos que la distinción fundamental entre hombre y mujer está incrustada en la propia biología de la raza humana (Genesis 1:275:2Sal 139:13). Creemos que la identidad de género está determinada por el sexo biológico y no por la autopercepción o la expresión subjetiva (Salmos 139:14Mateo 19: 4Marcos 10:6).

8.3.C – Creemos que las distinciones en los roles masculino y femenino son ordenadas por Dios como parte del orden creado, y Dios las declaró muy buenas (Genesis 1:312:1821–241 Corintios 11:7–91 Timoteo 2:12–14).

8.3.D – Creemos que el liderazgo de Adán en el matrimonio fue establecido por Dios antes de la caída, y no fue el resultado del pecado (Genesis 2:16–1821–243:1–131 Corintios 11:7–9). Creemos que la caída introdujo distorsiones en las relaciones entre hombres y mujeres (Genesis 3:1–71216), pero la redención en Cristo apunta a eliminar las distorsiones introducidas por la maldición (Romanos 6:1–4Galatas 3:13–14).

8.3.E – Creemos que, en la familia, los esposos deben abandonar el liderazgo duro o egoísta y crecer en el amor y el cuidado de sus esposas, y las esposas deben abandonar la resistencia a la autoridad de sus esposos y crecer en una sumisión voluntaria y alegre al liderazgo de sus esposos (Efesios 5:21–33Colosenses 3:18–19Tito 2:3–51 Pedro 3:1–7)

8.3.F – Creemos que, en la iglesia, la redención en Cristo da a hombres y mujeres una participación igualitaria en las bendiciones de salvación; sin embargo, algunos roles de gobierno y enseñanza dentro de la iglesia están restringidos a los hombres (Galatas 3:281 Corintios 11:2–161 Timoteo 2:11–15). Creemos que el oficio de anciano en la iglesia está limitado a los hombres según las Escrituras (1 Timoteo 3:1–75:17–20Tito 1:5–9).